{ Dicen que cada molécula de nuestro cuerpo perteneció alguna vez a una estrella. Quizá no me esté yendo. Quizá este volviendo a casa. }

Gattaca.

Aunque esta vez si no respiro es por no ahogarme



9.7.13

It's time



Todo podría haber comenzado el día en el que Fairfax salió a correr demasiado tarde y se acabó quemando las mejillas. O el día en el que descubrió —o le fue descubierta— la gran magia de los post-it y llenó tanto sus libros como su casa de ellos. O el día que pasó por el veinticuatro horas a las tres de la madrugada, después de un encuentro de negocios, y acabó comprando cuatro litros de helado de chocolate y nueces. O quizá el día en que las pesadillas le tiraron de la cama y decidió dormir en el suelo porque sus temblores hacían chirriar el colchón. Aunque a lo mejor fue el día que se pasó con las gafas puestas, en la ventana de su ático, intentando leer pero sin avanzar ni una página. En realidad nada importaba demasiado, porque el tiempo corría muy rápido y Fairfax se había torcido el tobillo en la playa, así que se había olvidado hacía mucho de alcanzarlo.

Así que estaba despertándose en el suelo al medio día, comiendo helado hasta altas horas de la noche y leyendo una y otra vez las mismas frases con las gafas resbalándole por la nariz y las notas amarillas cubiertas ya de tinta emborronada y letra pequeña. Y la única explicación que había era que Fairfax se había cansado de correr. O simplemente que al despertador se le habían acabado las pilas, quién sabía.

1 comentario:

  1. He descubierto este blog hace poco, y me encanta tu forma de escribir. Pero sobre todo me gusta este relato, el tema del tiempo me apasiona.
    Espero seguir disfrutando de tu escritura :)

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