¿Recuerdas la forma de la que nos burlábamos de todo desde las torres de astronomía en segundo?
No podíamos decir que nos carcajeásemos del universo, ya que siempre fue mucho más grande que nuestra propia existencia, pero era divertido dejar a un lado todo aquel ego comprimido y lanzar aviones de papel con ingenio en las alas para dejar claro que estábamos ahí arriba, creyéndonos como falsos revolucionarios de tinta y pergamino.
Pero fue divertido, oye. Lo pasábamos bien. No hicimos nada en nuestros pocos años de carrera pero aprendimos que a veces estar triste no es malo. Y no quiero hacer de esto una carta de amor ni una retahíla de recuerdos filosóficos, solo dejar claro que nosotros también tuvimos nuestro momento.
Estar triste no es malo, pero si se abusa de la tristeza se puede caer en un torbellino con una salida difícil.
ResponderEliminarMuy buena entrada.
Crêpes.
Que bueno. Que bien escribes, joder. :)
ResponderEliminarY qué bonito momento.
ResponderEliminarMe encanta, un recuerdo precioso, sin ser cursi ni pasteloso. Me encanta, sólo puedo decir eso.