[...] Odiaba el lado de si mismo que hacía que sus emociones se viesen multiplicadas por cien, que no fuese de detalles, si no de brusquedades. Sí, aquello pudo ser lo que le movió para cantarle a Galatea cuando creía que nadie escuchaba. Aquella letra se le había grabado con fuego en la memoria. Tal vez también todo ese cóctel fuese lo que le movió también a la mañana siguiente, al escuchar la voz de Acis, que se lanzase contra él, furioso, sin saber bien que hacía. Ah, sí, en esa historia interpretaba al apasionado amante despechado, solo que esa vez estaba en el listón más bajo de todos. Hurra por él.
Así que, como todo comenzaba a salir mal, acabó saliendo mal.
Así que, como todo comenzaba a salir mal, acabó saliendo mal.
Me gusta esa reflexión aunque es un poco pesimista
ResponderEliminarjaja
Un beso