No me acuerdo. Lo he intentado, a escondidas, pero no recuerdo tu rostro.
¿De qué color eran tus ojos? ¿De qué color?
Ah, que ya no estás. Eso también lo olvidaba.
Olvidaba que te fuiste. No, miento, se te llevaron. Espera, espera... De acuerdo, no lo recuerdo. El caso es que me abandonaste.
Mathias decía que un corazón roto hacía el ruido de cien huevos cascados. El mío simplemente se paró.
Tampoco me acuerdo de tu jodido nombre, aquel que me arrancabas de los labios cada vez que querías hacerme rabiar. Lo conseguiste. Hoy he llorado. Por tu culpa, Charlotte se ha preocupado por mí, aunque le avisé de que siempre heriste a todo el mundo.
Ya no sonrío cuando veo un arco iris, los malditos recuerdos de cuando contábamos gotas de colores sobre el techo del camión han quebrado mi sonrisa.
También he olvidado todos los cuentos que te narraba al oído, muy bajito, las mañanas de otoño. ¿Te parece bonito? Porque a mi me duele.
Joder, me duele sentir cada mañana ese trocito de ti que se quedó gimiendo un vals de pajarillos en la menor bajo mi nuca llena de cicatrices de besos muertos.
Me duele que solo seas un "tú" en la punta de la lengua, que todavía no te hayas ido del todo, que todavía me destroces la vida a distancia.
Dollie también se ha marchado. Es duro saber que no escucharé más sus "Justin, callate de una vez, imbécil."
Pero a ella no le guardo rencor. Al menos me dijo adiós.
simplemente precioso
ResponderEliminarte sigo ;)